14/11/2022

Primavera Sound Buenos Aires: Juana Molina, Santiago Motorizado y más

Esperando el fin del mundo.

Primavera Sound Buenos Aires

A capella consigo misma y secundada apenas por una batería, Juana Molina promediaba con "Un Día" su tiempo en la segunda jornada del Primavera Sound Buenos Aires. La traducción sintetizada, que traficaba ritmos altiplanescos, entretejidos con el fraseo cumbiero de un evil Pablito Lescano y su voz superpuesta, plegada sobre sí hasta los límites de la cacofonía, fueron donde la otrora Marcela Balsam encontró una de sus mejores vetas.

Verla jugar con los loops como si estuviese en el estudio de su casa fue enternecedor. “Wed 21" hizo de medalla de honor a ese mismo espíritu lúdico con el que encaró todas sus carreras. Sus facetas musicales y actorales siempre estuvieron atravesadas por el juego sin límites y sin prejuicios. Una mano la usaba para planchar el pastizal de capas de voz. Con la otra, enclaustraba al diablo de su Gibson SG en riffs matemáticos de grueso fuzz, al tiempo que las bases de batería se inclinaban hacia la cumbia más clásica. Ascética y zen, despojada y sonriente, si algo le sale bien, lo disfruta. Y si no, es capaz de reírse, comentar que no puede escuchar nada y seguir adelante con una sonrisa.

Sin la estructura de un grupo indie delimitando sus fronteras, en su set en solitario Santiago Motorizado se permitió jugar con los límites de la obviedad y saltarlos con gracia. El comienzo de su show lo tuvo convertido en un crooner al frente de una versión de “Soy rebelde”, con Pipe Quintans al piano eléctrico. Después, ya al frente de una banda de rock que lo tuvo como guitarrista, se permitió entrarle a canciones que a la fecha permanecen inéditas (“Camino de piedras”, “Amor en el cine”, la circense “El pastor”), con imágenes filmadas en Super 8 de un parque de diversiones en la pantalla de fondo. También hubo lugar para homenajear a dos bandas amigas (Los 107 Faunos y Las Ligas Menores, ambas presentadas como “mi banda favorita de todo el mundo), con sendas versiones de “Jazmín chino” y “Europa”, respectivamente.

Al momento de interpretar canciones de El Mató a un Policía Motorizado, su cantante y compositor decidió ir por una senda distinta. “Yoni B”, “La noche eterna” y “El tesoro” sonaron ralentizadas y sin más recursos que la guitarra y voz de su intérprete, un formato que permitió atestiguar el crecimiento como cantante de Santiago Motorizado. El resto de su set se movió entre Canciones sobre una casa, cuatro amigos y un perro, su trabajo en la banda de sonido de Okupas, que lo paseo por terrenos tan amplios y disímiles como el punk (“Tanto tonto”), la zamba (“Muchacha de ojos negros, con Pipe arpegiando una criolla), el vals criollo (“La juventud”), la balada (“Mil derrotas”), la canción romántica amalgamada con el surf (“Polvo de estrellas) y hasta una cumbia (“Tonto corazón”). Antes de irse, Santiago se dio un último gusto: como si fuera un artista internacional de visita en el país, le pidió al público que estallase en fervor cada vez que mencionase a Buenos Aires mientras interpretaba el último tema, y así fue como su versión de “You Are So Beautiful to Me”, de Billy Preston (en la versión de Joe Cocker), tuvo a la audiencia cumpliéndole el sueño.

“Gracias por venirse tan temprano, los hicimos dejar el postre”. Diego Ibañez acusó el cambio de horario que tuvo a Carolina Durante sobre el escenario Heineken a primeras horas de la tarde. Mientras en el Flow, Shygirl intentaba evocar un boliche a cielo abierto, los madrileños aportaron la cuota punk del comienzo de jornada. La elección del tablado parecía por demás oportuno: su cancionero es el equivalente a cómo sería la fuerza de Obelix si de chico hubiera caído a un barril de cerveza en vez de en una marmita de poción mágica. “Aaaaaa#$!&”, “Granja escuela” y “El parque de las balas” sonaron rápidas y fuertes, en una suerte de celebración constante de la amistad.

Carolina Durante mantiene un vínculo con el indie local por filiación musical (algo que también podría haberle cabido a Los Planetas en la jornada anterior del Primavera Sound Buenos Aires), pero también por compartir al fútbol como pasión inexorable. Prueba de ello fue “10”, su himno para Lionel Messi, estrenado cuando el diez anunció su transferencia al PSG, un guiño localista que se reforzó minutos después con “Espacio vacío”, que en su versión de estudio fue grabada junto a Él mató a un Policía Motorizado. “En verano” prometió una calma que nunca llegó, con canciones de amor, duda existencial y versos que parecen sonar como auto definitorios (“La banda sonora de nuestras vidas sonaría peor de lo que imaginas, pero ahora que lo pienso no estaría mal oírla”, cantaron en “Las canciones de Juanita”). Y aunque el cambio de horario los ubicó más temprano, no impidió la convocatoria de una audiencia reducida pero demostrativa y fiel. En palabras de su propio vocalista: “El mejor público de Latinoamérica, y no lo digo en otros países como otros grupos”.