
Con casi 30 años de carrera acumulados -aunque se formaron en 1984, entre 1995 y 2000 estuvieron separados-, discos que soportaron el paso del tiempo y una constante actividad con giras alrededor del mundo, Living Colour ha conseguido cierto carácter de clásico. Y también ya son clásicas sus visitas a Buenos Aires, desde aquella en 1993 para presentar el álbum Stain. Este sábado 12, el cuarteto volverá a suelo porteño para presentarse en Groove como parte de la gira de Shade, su disco editado el año pasado.
Corey Glover, voz de Living Colour, no quiere hablar demasiado sobre Donald Trump. “No le presto atención a este presidente", dice. "Él no parece ocuparse de mis problemas, asi que, ¿por qué debería ocuparme de las cosas que hace?”. En cambio, el vocalista prefiere concentrarse en repasar pasado y presente del grupo liderado por el guitarrista Vernon Reid, que alguna vez llamó la atención de Mick Jagger y se enfrentó públicamente con Guns N' Roses.
Grabamos “Who Shot Ya”, de Notorius BIG, porque para nosotros el hip hop es la reencarnación moderna del blues; sentimos que en ese tema hablamos el idioma del blues.
Pasaron ocho años sin editar un disco nuevo hasta Shade. ¿Qué cambió para volvieran a entrar a un estudio?
Después de salir de gira por algunos años nos tomamos un descanso. Al tiempo nos llamaron para participar en un tributo a Robert Johnson junto a varios artistas de blues y tocamos “Preachin' Blues”, entre algunas otras. A partir de eso, empezamos a manejar la idea de hacer un disco de blues moderno y así fue que empezó el proceso, hace unos cuatro o cinco años. Lo primero que grabamos fue nuestra versión de ese tema y luego nos animamos a sumar temas propios, hasta encontrar el punto exacto de lo que estábamos buscando. En pleno proceso salió la idea de grabar “Who Shot Ya”, de Notorius BIG, porque para nosotros el hip hop es la reencarnación moderna del blues; sentimos que en ese tema hablamos el idioma del blues. Otros temas, como “Comon”, “Who’s That” o “Program”, salieron de ese proceso y tuvimos a gente cerca que nos ayudó a escribir, como Bernard Hawkins. En síntesis, fue un extenso recorrido de trabajo colaborativo hasta que sentimos que teníamos el disco que queríamos editar.
¿Crees entonces que artistas como Kendrick Lamar o Vince Staples son los bluseros de estos tiempos?
Absolutamente. Ellos cuentan historias y de eso es de lo que se nutre el blues. Eso hizo Robert Johnson con “Crossroads”: contaba cosas de su vida, situaciones que atravesó, cómo lidiaba con el mundo que lo rodeaba. Y eso hacen los artistas de hip hop de hoy.
Ademas de “Preachin' Blues” y “Who Shot Ya”, en el disco incluyeron otro cover, “Inner City Blues”, de Marvin Gaye. ¿Cómo llegaron a esa canción?
Tocamos mucho ese tema hace años, y esta vez nos decidimos a grabarlo e incluirla en el disco. Cuando grabamos, solemos tocar mucho en el estudio, sobre todo canciones que nos gustan e inspiran. Asi fue como salió “Who Shot Ya”, porque yo soy un gran fan de Biggie. En las pruebas de sonido, muchas veces tomé el micrófono e improvisé los versos de esa canción. Con “Inner City Blues” fue algo similar y esta vez quedó en el álbum.
Como invitado del disco tuvieron a una leyenda como George Clinton. ¿Fue algo planeado o espontáneo?
Conocemos George hace mucho y esta vez se nos ocurrió invitarlo a participar en una canción para que hiciera lo suyo. Somos muy fans de él y por suerte él es fan nuestro, así que nos hizo un favor. Fue genial tenerlo en el estudio con nosotros.
Otro invitado es Bernard Fowler, bastante conocido en la Argentina por ser parte de la banda de gira de Rolling Stones…
En la actualidad hay un tributo a David Bowie dando vueltas y Bernard participa en eso. Justo pasó por donde estábamos grabando y... Bernard es parte de mi familia. Nos conocemos desde siempre, tenemos relación desde antes de que yo fuera parte de Living Colour, así que al hecho de que participe en un disco nuestro lo veo como lo más natural del mundo.
Desde sus primeros pasos en el CBGB, ustedes salieron de gira con los Rolling Stones y recibieron reconocimiento mundial. ¿Cuál es el logro de Living Colour que más orgullo te provoca?
Creo que lo que me da mas orgullo es que sigamos existiendo como banda. Ese es nuestro mayor logro: el hecho de aún tener cosas para decir y creer que lo hacemos bien, además de llevarnos muy bien y disfrutar estar juntos en el grupo.
Con esta formación llevan juntos mas de 20 años. ¿Algún consejo para poder estar juntos tanto tiempo?
Creo que lo mejor que tenemos es que compartimos la misma comprensión musical y nuestra pasión por tocar en vivo. Eso nos mantiene en la misma sintonía. Nunca estamos cansados o con necesidad de una siesta antes de salir a tocar: es pura energía. Y eso es lo más importante para nosotros.
“Open Letter to a Landlord” fue escrita hace 30 años como un manifiesto del avance del progreso y la avaricia contra las raíces y memoria. ¿Cambió algo en esa situación?
No realmente. Es preocupante. Hubo algunos cambios, pero fueron muy pequeños. Nada muy drástico. A uno le gustaría que los cambios fueran un poco mas veloces y no que en 30 años sean apenas perceptibles.
En los comienzos de Living Colour hubo una controversia con Guns N' Roses por la letra de “One in a Million”, que ahora ellos no incluyen en la reedición de Appetite for Destruction. ¿Qué sentimientos tenés hoy al respecto?
Bueno… no puedo culpar a Guns N' Roses por haber dicho lo que dijeron. No puedo aceptarlo porque esa letra me ofende, pero no pudo culparlos porque quizá fue la reacción a experiencias vividas, pero no es así como yo comprendo al mundo sino la forma en como quien escribió la letra entiende al mundo. Podemos discutir los distintos puntos de vista, pero evitemos ofenderme al decir que esa es la verdad.